Manuel de Falla Matheu


Fundación Manuel de Falla

Falla Matheu, Manuel de. Cádiz, 23.XI.1876 – Alta Gracia (Argentina), 14.XI.1946. Compositor.

Manuel de Falla es la figura musical más trascendente de todo el siglo XX español. Es el representante más importante de la llamada Generación de los Maestros.

Falla nació en 1876 en el seno de una familia burguesa gaditana dedicada al comercio. Comenzó su formación musical con su madre primero con once años pasó a la tutela de Alejandro Odero. En su Cádiz natal dio sus primeros conciertos en la sala de Miguel Quirell. Hasta 1894 no decidiría claramente que quería dedicarse a la música.

En esos años había visitado Madrid en varias ocasiones para seguir las lecciones de José Tragó, pianista de la capital, pero en 1896 se trasladó definitivamente a la ciudad. Se matriculó en el conservatorio de la capital con Tragó y realizó siete cursos de piano en sólo dos años. En estos primeros años su carrera fue sobre todo pianística, dando numerosos recitales en Cádiz.

Hacia 1900 ya había publicado alguna de sus obras de piano, como el Nocturno. Decide dedicarse al género de moda en la época, la zarzuela: el título que siempre recordaría con más cariño es el primero, La Juana y la Petra o la Casa de Tócame Roque. En el círculo de la zarzuela entró en contacto con Chueca, que apoyó intensamente sus obras, así como los libretistas José Jackson Veyán y Carlos Fernández-Shaw. Sólo estrenó una de estas obras, Los amores de la Inés (1902). Será en ese año cuando entre en contacto con Felipe Pedrell, del que se convirtió en discípulo; y entra en contacto con el estudio del folklore y de la música histórica española. Estudió también los tratados de  Berlioz de orquestación, con los que conoció los nuevos lenguajes de moda en Europa. En esta época sus intereses se centraban sobre todo en la ópera y en algunos maestros antiguos, como J. S. Bach y Domenico Scarlatti. En 1904 nace su primera ópera, La vida breve, con libreto de Fernández-Shaw, para un certamen de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, obra que ganó dicho certame

Falla llega a París en 1907  cuando lo español está de moda gracias a las obras de Debussy y Ravel sobre temas hispanos.  .

Pese a su interés por la Schola Cantorum finalmente no se matricula en ella aconsejado por su primer maestro allí, Paul Dukas, a través del cual Falla conoció a Claude Debussy y a Isaac Albéniz. Este último fue de gran influencia para él en la creación de un lenguaje español contemporáneo, a través de su obra magna Iberia que estaba terminando de componer en esos años.

De esta época son sus Cuatro piezas españolas y la revisión de La vida breve. La vida musical parisina lo enriqueció sobremanera y queda impresionado por la música europea del momento.

En 1909 comenzó la gestación de lo que serían las Noches en los Jardines de España, que primero nacieron obras para piano, pero se convirtieron, en obras para piano solista y orquesta.

Desde 1909 estaban en París los Ballets Russes de Diaghilev, a los que Falla asiste. Así conoció la obra de Stravinsky y Rimsky-Korsakov, que influyeron mucho en su concepción escénica y musical. Empezó también a contagiarse por el gusto parisino por lo exótico, lo chinesco, la música magrebí y su conexión con la música andaluza, la música griega. Estas músicas influirían en su concepción música.l

Tras múltiples gestiones de Falla y del traductor del libreto al francés, Paul Milliet, se produjo el estreno de La vida breve, en el Casino de Niza el 1 de abril de 1913 con un considerable éxito. Su situación económica comenzó a ser más desahogada, el éxito del estreno llegó hasta España desde donde se promovieron más funciones de la obra. Falla en esos momentos empezó a pensar en otra obra escénica y escribió las Siete canciones populares españolas. Cuando quiso llevar a su familia a París estalló la Primera Guerra Mundial, motivo por el cual regresó a Madrid.

El espíritu antibelicista de Falla quedó de manifiesto con la canción Oración de las madres que tienen a sus hijos en brazos. Para el teatro Lara, que programaba Martínez Sierra, compuso una de sus obras cumbres, El amor brujo, para la artista Pastora Imperio, la obra se estrenó en abril de 1915 en su versión de concierto y en la Sociedad Nacional de Música en marzo de 1916 su versión escénica. También se estrenó en ese año la versión con orquesta de las Noches en los jardines de España. Los viajes por España en esos años le ayudaron a entrar en contacto con el folklore español.

 En 1916 trabajó con los Martínez Sierra, en la adaptación de El sombrero de tres picos de Alarcón, estrenada bajo el título El corregidor y la molinera con un gran éxito en 1917.

 Surgieron diferentes proyectos que no llegaron a realizarse, hasta que finalmente se estrenó El sombrero de tres picos con coreografía de Massine y decorados de Picasso, en el Teatro Alhambra de Londres en julio de 1919.

               La introducción a esta obra la realiza dos meses antes del estreno de la obra a sugerencia de Diaghilev quien reparó en que la calidad del telón pintado por Picasso merecía una contemplación más atenta por parte del público y en una carta le pide que escriba una breve introducción “en una tonalidad que se corresponda con el resto de la obra”. Falla escribió una fanfarria rápida y alegre, introducida por los timbales, a los que agrega sucesivamente dos trompetas, dos trombones, castañuelas, las palmas y olés de los invisibles bailarines y tras ello se oye la voz de una cantante con la canción Casadita, casadita.

Falla empieza a concentrarse en estos años en una obra, encargo de la princesa de Polignac para su salón, que se convertiría en una especie de ópera para marionetas basada en un texto del Quijote, la que sería el Retablo de Maese Pedro.

Sus repetidos viajes a Granada entre 1920 y 1939, la insistencia del guitarrista Ángel Barrios, el deseo de concentrarse en la composición hace que abandone los conciertos y se establece en  Granada el destino perfecto para Manuel de Falla. Su intención era vivir entre la ciudad andaluza y París, ciudad que seguía concentrando toda su atención. En Granada encontró un nuevo círculo con el que desarrollar sus proyectos e intereses, además del guitarrista Ángel Barrios se encontró con Federico García Lorca, con muchos intereses en común con él y Antonio Gallego Burín, con los que realizó múltiples excursiones para buscar información acerca del folklore de la zona.

También de influencia popular fue el interés de Falla por el teatro de títeres, tema en el que era cercano a Lorca, y ambos realizaron algunas colaboraciones para representaciones en el teatrillo del escritor.

Estos trabajos influyeron mucho en la creación definitiva del Retablo de Maese Pedro, decide incluir el clave en esta obra, por primera vez en el siglo XX en una obra orquestal. El retablo se estrenó definitivamente en su versión de concierto en Sevilla en marzo de 1923.

Para diferentes interpretaciones de esta obra por todo el mundo se creó la Orquesta Bética, una particular formación de grandes solistas con formato de orquesta reducida, dirigida por su discípulo Ernesto Halffter.

El Concerto para clave y cinco instrumentos, se estrena en 1926 en Barcelona. En esta ciudad también se había estrenado Psyché con textos de Jean-Aubry.

Prácticamente no ejerció el magisterio con jóvenes compositores, de hecho, sólo consideraba discípulos suyos a la pianista y compositora Rosita García Ascot y a Ernesto Halffter.

Los montajes escénicos siguieron siendo uno de sus principales intereses, como demuestra la música para la fiesta del Corpus de 1927 en Granada de El gran teatro del mundo basado en el texto de Calderón.

El Gobierno francés le concedió la Legión de Honor y la Académie de Beaux-Arts le nombró miembro, por intervención de P. Dukas.

En 1929 y 1930 aparecieron sus primeras monografías, escritas por J. B. Trend y Roland-Manuel. Se convirtió en modelo para el naciente nacionalismo hispanoamericano.

Gracias a la influencia de Falla en los sectores institucionales de la cultura se formó la sección española de la Sociedad Internacional de Música Contemporánea (SIMC).

En 1931 se proclamó la República, hecho recibido por Falla en principio con alegría, participando incluso en la primera Junta Nacional de Música y Teatro, aunque pronto surgieron diferencias por el carácter religioso del compositor.

Su salud era cada vez peor, pasó por recomendación médica dos largas estancias en Mallorca, para recuperar fuerzas y estar aislado, ya que su sensibilidad al ruido era cada vez mayor. Pasó largas temporadas sin poder componer.

En esos años comienza a gestarse la que sería su última gran obra, inacabada por su fallecimiento, la Atlántida, basada en unos poemas de Jacinto Verdaguer, una cantata mística en la que sumergía el descubrimiento de América por Colón bajo un halo de catolicismo.

En 1936 estalló la Guerra Civil, que inicialmente él sintió podía traer cierta estabilidad al país, aunque pronto vio que no sería así. Intentó interceder por Lorca y otros civiles en Granada sin éxito. En 1938 sintió la necesidad de abandonar España, y fue Argentina el destino elegido.

Falla salió de Barcelona con su hermana, con destino a Buenos Aires, donde llegó el 18 de octubre de 1939. Había sido requerido para el estreno en el Teatro Colón de la obra Homenajes escrita en los últimos meses. Aunque el Estado español intentó su vuelta en muchas ocasiones nunca lo consiguió. Decidió quedarse en Argentina, pero por su estado de salud y su carácter prefirió salir de Buenos Aires con destino a provincias más tranquilas. En 1942 se instaló definitivamente en Los Espinillos en Alta Gracia (Córdoba).

Su gran obra de estos años fue la Atlántida, sobre la que no hablaba casi nunca, siempre “a punto de acabar”, llegando a hablar en 1943 de la posibilidad de presentarla en concierto. Esta obra nunca se terminó, siendo su alumno Ernesto Halffter el encargado de completarla.

Falleció el 23 de noviembre de 1946 y su cuerpo fue trasladado a España y enterrado en la catedral de Cádiz.

(Resumen del artículo del Diccionario biográfico Academia de la Historia sobre Manuel de Falla y otros libros que en la bibliografía se detallan).

Bibliografía:

  • Martín Ruiz, Leticia Real Academia de la Historia. Diccionario biográfico electrónico: https://dbe.rah.es/biografias/9190/manuel-de-falla-matheu
  • Torres Clemente, Elena; Manuel de Falla. Arguval. 2009
  • Pajares Alonso, Roberto; Curiosidades y cotilleros sobre los grandes compositores. Porlan. 2018
  •  Fundación Manuel de Falla (Fotografía de la portada).

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